NEWCASTLE (EFE) -- La selección olímpica española ha perdido ante Honduras (0-1) su segundo partido y ha quedado eliminada del torneo olímpico masculino de fútbol, donde ni ha puntuado ni ha marcado ningún en los dos primeros encuentros.
Las derrotas de 'la rojita' ante Japón y Honduras han consumado el fracaso olímpico y han dado al fútbol español el mayor disgusto de las últimas décadas.
No obstante, hoy los de Luis Milla estuvieron mucho mejor que en el debut ante Japón y si perdieron fue más por la falta de acierto ante la meta rival y la gran actuación de José Mendoza que porque no hicieran méritos para ganar.
Además del encuentro, España llegó a perder las formas y los continuos conatos entre los jugadores de ambos equipos y las sucesivas protestas al árbitro hicieron que al final, y después de animar a España durante buena parte del choque, el público del St James' Park se decantase finalmente por Honduras.
El equipo español, hoy sí vestido de rojo, ha pagado caro el tempranero gol de Bengtson, una jugada por la izquierda del ataque catracho que derivó en un remate de cabeza del ariete rival con Jordi Alba, al que le saca un palmo de estatura.
Y lo que le hundió posteriormente al conjunto español fue su falta de definición frente a Mendoza en las numerosas ocasiones de las que dispuso en la segunda mitad, cuando los cambios de Milla mejoraron mucho las cosas.
De inicio, España presentó un equipo con dos cambios, el obligado de Botía por Íñigo Martínez, expulsado ante Japón, y el Muniain, que no estuvo en condiciones para el debut, por Rodrigo.
Honduras, por su parte, dio entrada en el once a Luis Garrido y Wilmer Crisanto por Alfredo Mejía y Alexande López respecto al equipo que empató frente a Marruecos.
Comenzó el partido con un rápido mazazo para España, que vio como Honduras se adelantaba en el marcador en el minuto 7 con el tercer tanto en el campeonato de ariete Jerry Bengtson.
Espinoza y Najar cayeron a la banda izquierda y elaboraron una jugada con centro del primero que remató de cabeza impecable Bengtson superando en la acción a Alba, quince centímetros más bajo.
Un nuevo golpe anímico para un equipo al que se le acumulaban los males desde la llegada al torneo olímpico. Un once, no obstante, mejorado con respecto al primer día y en el que Mata intentó el empate hasta en dos ocasiones. Con sendos disparos desde la frontal, en los minutos 37 y 46, que se le marcharon fuera por poco junto al palo derecho de Mendoza.
Antes de ambos disparos los 'catrachos' habían puesto en dificultades a De Gea en alguna oportunidad, si bien el portero español se mantuvo firme bajo palos.
Un trifulca en la boca de vestuario, por la que el árbitro amonestó a Mariño, Tello y Arnold, dio paso al descanso.
A punto estuvo de recibir un segundo golpe España nada más regresar de vestuarios. Primero Figueroa disparó fuerte y alto desde muy lejos y, a los cinco minutos de la reanudación, Espinoza disparó al palo tras recibir de Mario Martínez.
Con el susto en el cuerpo, los de Milla fueron espabilando y avanzando el asedio al que iban a someter a la meta de Mendoza, protagonista claro del partido.
Las sucesivas entradas al terreno de juego de Herrera y Rodrigo le surtieron efecto a Milla y dos jugadas de Adrián a los diez minutos en el área rival dieron paso al abordaje español, que gozó hasta de cinco ocasiones claras de gol entre los minutos 68 y 71. Las más claras, el primer disparo de Muniain al palo y la última de Rodrigo, frente al que se cruzó Mendoza.
Dos ocasiones más de Rodrigo, una de ellas un cabezazo claro al larguero, dieron paso al desenfrenado ataque final de la 'rojita', que no dio sus frutos. Y, lo que es peor, dejó un reguero de malos modales que decantó las simpatías del estadio hacia Honduras.
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