viernes, 6 de abril de 2012

Omar Vizquel disfruta jugar al béisbol a los 44 años

CLEVELAND -- Omar Vizquel sabe que algún día, cada vez más cercano, tendrá que colgar el guante. Pero el torpedero venezolano quiere postergarlo mientras el cuerpo se lo permita.
A unas semanas de cumplir los 45 años, Vizquel sigue en las Grandes Ligas mucho tiempo después que la mayoría de sus contemporáneos se retiraron y comenzaron nuevas carreras.
Vizquel, que generalmente ha jugado en el campocorto, observa que algunos de sus ex compañeros han tomado otros caminos fuera del terreno y ahora son entrenadores, directivos o locutores.
Pero Vizquel no. Aún no.
"Yo sigo brincando de aquí para allá, fildeando rodados y bateando", dijo Vizquel, que ya tiene un toque gris en las sienes pero mantiene un espíritu juvenil.
Sin un contrato por primera vez en 24 años, Vizquel aceptó en enero una invitación de losAzulejos de Toronto para acudir a los campos de entrenamiento, y se ganó un puesto en el roster como utility luego de batear de .395 en la pretemporada.
Vizquel sacó el jueves el último out, en primera base, para culminar el partido de la fecha inaugural más largo en la historia de las Grandes Ligas, en el que los Azulejos de Toronto vencieron 7-4 a los Indios de Cleveland en 16 innings. El venezolano dice que algún día quiere ser manager, y espera comenzar el próximo capítulo de su vida con los Indios, el equipo con el que jugó 11 temporadas.
Con todo, Vizquel sabe que sus días con uniforme están contados, pero seguirá jugando mientras el cuerpo se lo permita. El mismo cuerpo le dirá cuando haya terminado su tiempo en el terreno de juego.
"No hay forma de ocultar la edad", recordó. "Pueden verte allí en el terreno. Cuando ingreso al terreno, no quiero tener el aspecto de alguien de mi edad. Mucha gente me ve jugar y dice: 'Caramba, este chico no se cansa. Parece que tiene 28 años'. Es bonito oírlo, pero al mismo tiempo sé que tengo que hacer eso para competir con estos jóvenes".
Vizquel comenzó el jueves la que podría ser su última temporada en la ciudad que nunca ha dejado de quererlo. Cleveland es el hogar beisbolero adoptivo de Vizquel, el lugar donde el mago venezolano del fildeo tuvo sus mejores días y donde desea estar una vez que finalicen sus días de jugador.
Antes del primer partido de los Indios en la campaña, Vizquel recibió una enorme ovación durante la presentación de los peloteros y luego obtuvo otra igualmente animada al comenzar el partido número 2.909 de su carrera como un "jugador de cuadro" extra en la parte baja de la 12ma entrada, cuando los Indios llenaron las bases pero no anotaron y finalmente perdieron ante los Azulejos.
"Fue un partido alocado", dijo Vizquel, quien se sorprendió por la ovación que escuchó procedente de la banca de Toronto. "Es raro que la gente se ponga de pie para ovacionarte cuando entras a jugar en la defensiva".
Entre los admiradores del venezolano destaca el manager de los Indios, el dominicano Manny Acta, quien tiene un año menos que el también ganador del Guante de Oro en 11 ocasiones, quien además ha estado en tres ediciones del Juego de Estrellas.
"Hombre, él es una leyenda, dijo Acta. "No sólo por lo bueno que ha sido, sino por la manera en que ha podido mantenerse en forma".
Vizquel espera ser manager algún día. Antes de eso, el hombre que hizo que las jugadas de rutina se vieran como algo especial y que las espectaculares parecieran fáciles, le gustaría empezar como coach de los Indios.
"Este negocio te lleva a lugares diferentes; uno nunca sabe dónde va estar al día siguiente", enfatizó el venezolano. "Pero los Indios tienen un lugar especial en mi corazón".
AP

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