IRVING -- Los réferis de la NFL votaron y aprobaron un nuevo convenio laboral por ocho temporadas este sábado. Ahora todos pueden regresar a oficial partidos.
Los árbitros aprobaron el contrato por un voto de 112-5, oficialmente dando por terminado un cierre laboral que originó un sinnúmero de quejas de jugadores, entrenadores, fanáticos y políticos. La siguiente parada para los árbitros, quienes se reunieron en Irving, Texas, era el aeropuerto, donde la mayoría abordaría aviones con destino a sus respectivas sedes de partido para el domingo.
El acuerdo llegó rápido, después de tres semanas de dificultades para los árbitros de reemplazo contratados por la liga, culminando con un disputado touchdown que decidió el partido de lunes por la noche entre los Green Bay Packers y Seattle Seahawks. Con un plan tentativo acordado, los árbitros regulares recibieron una ovación en el partido del jueves por la noche entre los Cleveland Browns y Baltimore Ravens.
El convenio tentativo aportará un incremento en el salario de los árbitros desde un promedio de 149,000 dólares anuales por año en el 2011 a 173,000 dólares a partir del 2013, elevándose hasta 205,000 dólares para el 2019. El sistema de pensiones vigente seguirá para los árbitros actuales hasta la temporada del 2016, o hasta que los oficiales acumulen 20 años de servicio.
El plan definido de beneficios será congelado. Los beneficios por retiro serán provistos para los nuevos contratados, y para todos los oficiales a partir del 2017, a través de un acuerdo definido de contribuciones.
A partir de la campaña del 2013, la NFL tendrá la opción de contratar oficiales que trabajen de tiempo completo. La NFL también podrá retener a oficiales adicionales para su capacitación y desarrollo, y podrá asignar a esos oficiales para trabajar partidos. El número de réferis adicionales será determinado por la liga.
El partido del lunes por la noche acabó en caos después de que los árbitros de reemplazo marcaran un touchdown para los Seahawks en lugar de intercepción para los Packers. Muchos aficionados y comentaristas --y jugadores de la liga-- pensaron que la marcación fue indebida. Las críticas para el comisionado de la NFL, Roger Goodell, y la liga siguieron en ascenso, y la disputa laboral generó comentarios por parte del presidente Barack Obama y su retador republicano Republican, Mitt Romney. Para el miércoles por la noche, las partes llegaron a un acuerdo.
"Todo es historia, ahora", dijo el oficial Tom Stabile este viernes. "Para nosotros, fue un beneficio. Pudo haber sido la gota que derramó el vaso".
El oficial Jeff Bergman dijo que podía anticipar la jugada del domingo mientras miraba desde casa. Notó que los jugadores estaban empezando a aprovecharse de los problemas de los sustitutos para mantener el control del juego.
"La última jugada del partido fue algo que iba a suceder tarde o temprano", externó Bergman. "Nos dio a nosotros y a la liga la oportunidad de juntarnos y trabajar en un acuerdo que se iba a lograr de cualquier modo".
El réferi Ed Hochuli, quien examinó semanalmente a los oficiales para mantenerlos enfocados durante el cierre, declinó comentar sobre si los árbitros de reemplazo tomaron la decisión correcta.
"Realmente no quieres ver eso", dijo Hochuli. "No quieres ver controversia. No quieres ver equipos perder partidos que no debieron perder, si es lo que pasó. No vamos a juzgar sobre eso".
Ahora, los oficiales son los preferidos de la afición.
Los oficiales que trabajaron el duelo del jueves por la noche entre Ravens y Browns fueron recibidos con ovación desde el momento en que saltaron al campo. La diferencia entre la cuadrilla regular y los de reemplazo fue evidente. Los oficiales retuvieron el control del juego, limitando los cortes de juego que matizaron las tres primeras jornadas de la temporada regular.
Los oficiales dijeron este viernes que estaban listos para los aplausos, y también preparados para cuando inevitablemente desaparezcan.
"Después de que se esfume la euforia del momento, probablemente para principios del segundo cuarto, será los juegos en modo regular", dijo el réferi Gene Steratore, quien se dirigirá a Green Bay para el encuentro del domingo por la noche, una semana después de que los jugadores de los Packers criticaran a los de reemplazo por el disputado touchdown del lunes. "Los jugadores cuestionarán nuestras decisiones. Los entrenadores nos estarán gritando. Y será la vida normal nuevamente durante los domingos".
AP
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